Ahora en verano está genial hacer una barbacoa al aire libre, aprovechando el buen tiempo, y la estrella son las chuletas de cordero.
Para los que aún no hemos ido de barbacoa este verano va esta receta! Unas chuletas de cordero con un toque de miel y soja y una costra de pistacho, acompañadas de couscous. No se hacen al calor de las brasas pero si estáis en buena compañía seguro que las disfrutáis igual o más.
Ingredientes:
1 costillar de cordero lechal
4 cucharadas de miel
5 cucharadas de soja
1 paquete de pistachos
Para el couscous
250gr de couscous
250ml agua
1 puerro
Un puñado bueno de pasas
Piñones
Media cucharadita de cilantro molido
Media cucharadita de comino
Para hacer el costillar:
Mientras se calienta el horno a 200º podemos ir preparando las chuletas. Lo que nos interesa es la parte del costillar donde están las “chuletas de palo”, las más bonitas y sabrosas vaya.
Retiramos parte de la grasa que está pegada al palo para dejar unos centímetros de hueso al descubierto. Salpimentamos las costillas y las doramos en una sartén con un poco de aceite.
En un cuenco mezclamos bien la soja con la miel.
Los pistachos, si no vienen pelados, habrá que pelarlos y picarlos con una picadora.
Cuando estén doradas las chuletas las pintamos con la mezcla de soja y miel. Las “empanamos” con los pistachos solo por la parte donde tienen la carne (como en las fotos), con cuidado de cubrir bien toda la superficie.
Introducir al horno unos 15 o 20 minutos a 200º. De esta forma la capa de pistachos quedará crujiente y las chuletas quedarán jugosas. Si os gustan más hechas o las chuletas son más grandes (las mías eran muy pequeñitas) tenerlas dentro del horno 5 minutos más, pero tener cuidado de que no se quemen los pistachos.
A la hora de servir cortar en bloques de tres o cuatro chuletas.
Mientras las chuletas están en el horno podemos ir haciendo el couscous:
En una cazuela introducir un poco de aceite y pochar el puerro bien picadito. Cuando esté transparente añadir las pasas y los piñones, cocinar todo junto unos minutos y a continuación añadir el agua, un poco de sal y las especias.
Cuando el agua rompa a hervir introducir el couscous y remover fuera del fuego unos minutos.
Lo tenemos todo listo para emplatar y comer!